Nigeria es el país más poblado de África. A pesar de su gran crecimiento económico en la última década, el 61% de la población vive en la pobreza absoluta. La seguridad alimentaria es en un desafío en Nigeria. El país era autosuficiente en la década de 1960 pero a partir de 1980 comenzó a importar más alimentos; convirtiéndose en vulnerable a los vaivenes economicos externos. El Gobierno de Nigeria ha seguido durante varios años una política de diversificación económica, poniendo mayor énfasis en la agricultura por sus beneficios en el crecimiento económico rural.
Nigeria tiene 84 millones de hectáreas de terrenos cultivables, pero solo el 40% de ellas se utiliza. La agricultura representa el 70% del empleo nacional, pero solo el 22% del PIB, por lo que existe un gran potencial. Los obstáculos para el desarrollo agrícola incluyen la fragmentación de la propiedad de la tierra, la irrigación pluvial, los cambios en las lluvias y el aumento de las temperaturas. Además, tiene una infraestructura inadecuada, como sus pobres caminos rurales, y electricidad limitada. Los pequeños agricultores sufren debido a los insumos agrícolas de baja calidad (semillas, fertilizantes), el poco acceso a la educación y falta de instalaciones locales de procesamiento de productos agrícolas. Todo esto resulta en bajos niveles de productividad y altas pérdidas posteriores a la cosecha, a menudo hasta del 50-70%.
El desempleo juvenil es más alto en las áreas rurales y más frecuente entre las mujeres que en los hombres; además las mujeres enfrentan más desventajas ya que tienen acceso limitado a la tierra y los insumos agrícolas. Aunque están legalmente autorizadas para heredar tierras, en la práctica son los hombres quienes lo hacen. Como resultado, las mujeres tienen un promedio de 0,3 hectáreas en comparación con 0,6 hectáreas entre los hombres. La brecha de conocimiento también afecta la producción; el 15% de los hogares encabezados por hombres tienen acceso a servicios de extensión, en comparación con el 8% de las mujeres. Las mujeres también tienen menos acceso al capital humano y menos tiempo porque realizan la mayoría de las tareas domésticas.
El estado de Kaduna, en el noroeste de Nigeria, fue el seleccionado para desarrollar Food Africa. Con una población de 6 millones y una de las ciudades más importantes de Nigeria, Kaduna es un importante centro comercial y de transporte para las áreas agrícolas circundantes. Este estado también tiene la segunda tasa de pobreza más alta del país y es muy vulnerable a las sequías. En los últimos años, el Gobierno ha construido infraestructuras pero los agricultores aún enfrentan dificultades como los insumos agrícolas de baja calidad, la infraestructura básica, la falta de riego y la falta de crédito.
