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Estudio de Caso

Lecciones aprendidas de la implementación del programa conjunto sobre nutrición en Guinea-Bissáu


SDGs ADDRESSED

Objetivo 2: Hambre Cero Objetivo 3: Buena salud

Este estudio de caso se basa en las lecciones aprendidas del Guinea-Bissáu: Promoción de una estrategia multinivel contra la malnutrición infantil
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1. RESUMEN

El programa conjunto "Promoción de una estrategia multinivel contra la malnutrición infantil" (el programa), en Guinea-Bissáu, estuvo dirigido a reducir la malnutrición y mortalidad infantil mediante el reforzamiento de las capacidades del país para monitorear y tratar la malnutrición, y para promocionar buenas prácticas nutricionales y alimentarias. Al comienzo del programa, uno de cada siete niños en Guinea-Bissáu moría antes de alcanzar los cinco años de edad y más de un cuarto de todos los niños de menos de cinco años sufría retrasos en el crecimiento.

El programa fue acorde con la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP) y el Programa Nacional para el Desarrollo de la Salud (PNDS). Buscó el reforzamiento de la atención primaria sanitaria a través de un conjunto mínimo de actividades con el compromiso efectivo de las comunidades en la gestión y la toma de decisiones en cuestiones de salud y en un mejor acceso a los servicios sanitarios. El programa se alineó con las prioridades del Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (MANUD) a través de su dedicación para la mejora de las capacidades del sistema de salud y la reducción de la mortalidad infantil y materna.

Niños trabajan en un jardín de la escuela

Niños trabajan en un jardín de la escuela

2. SITUACIÓN INICIAL

Al inicio del programa, los indicadores de nutrición infantil de Guinea-Bissáu eran preocupantes. Según un estudio sobre nutrición basado en la metodología SMART (noviembre 2008), el índice de lactancia materna exclusiva hasta los seis meses era solo del 28%. El retraso en el crecimiento afectaba al 28% y su prevalencia era mayor en las regiones más pobres, como las del este (32,3%). La forma más grave de retraso del crecimiento afectaba a un 9,2% de niños y era más alta en la región del este (11,6%). La malnutrición aguda grave afectaba a un 1,2% de niños de menos de cinco años, de nuevo con una mayor incidencia en el este (1,8%). Además, el 17% de los niños menores de cinco años se encontraba por debajo del peso apropiado, con una alta prevalencia en el norte (20%) y un 22,4% en el este. La forma severa de bajo peso afectaba a un 3,9%, entre los que se incluía un 4,8% de las regiones del este y del norte. En este sentido, la prevención contra la malnutrición fue crucial y el programa siguió un enfoque basado en la comunidad para mejorar los conocimientos y las prácticas de nutrición infantil, lactancia materna exclusiva y mejora de alimentación complementaria.

Ana Sila (foto), una estudiante de la Escuela Dandum, inspiró a su madre Sira Boi Camara a plantar un jardín en casa

Ana Sila (foto), una estudiante de la Escuela Dandum, inspiró a su madre Sira Boi Camara a plantar un jardín en casa


3. ESTRATEGIA

La intervención del programa se basó en cuatro enfoques:

  1. Reforzar las capacidades de los centros sanitarios y de rehabilitación nutricional existentes para tratar a los niños en situación de malnutrición;
  2. Desarrollar las capacidades de 150 comunidades en las zonas más vulnerables para ofrecer asesoramiento nutricional básico y hacer seguimiento;
  3. Llevar a cabo actividades en 150 escuelas comunitarias para que los niños adquiriesen buenas prácticas alimentarias y asegurar que comieran verduras, al menos, una vez al día;
  4. Reforzar las capacidades del Ministerio de Sanidad para hacer un seguimiento eficaz de las actividades nutricionales a nivel local.

Las intervenciones del programa se coordinaron con las prioridades del gobierno de Guinea-Bissáu. El aumento del acceso a los servicios sociales e infraestructuras fue uno de los cuatro sectores de intervención de la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP), con énfasis en el acceso a una alimentación equilibrada para niños, mujeres y recién nacidos. El Plan Nacional para el Desarrollo de la Salud (2008-2012) destacó el control del crecimiento, complementos micronutrientes y lactancia materna exclusiva como los elementos clave en el conjunto mínimo de intervenciones para niños menores de cinco años.

El programa respaldó el reforzamiento de las capacidades nacionales para la reducción de la malnutrición y la mortalidad infantil, en especial en las zonas más vulnerables, mediante la introducción de un enfoque multinivel en el que involucraba tanto a los principales participantes como a las comunidades. El programa se diseñó para complementar los esfuerzos ya en marcha para aumentar el acceso a los servicios e infraestructuras como uno de los sectores prioritarios de la legislación del Gobierno. El programa contribuyó al resultado 3 del MANUD1 y a los Objetivos de Desarrollo del Milenio 12 y 43. El objetivo fue reducir la prevalencia del bajo peso en niños y niñas menores de cinco años y mejorar las condiciones nutricionales de los menores en edad escolar mediante su educación y la de sus padres acerca de nutrición y seguridad alimentaria.

 

1 Las poblaciones más vulnerables tienen acceso a servicios sociales básicos de calidad y a la capacidad de gestión de las instituciones nacionales reforzadas en 2012.

2 Erradicación de la pobreza extrema y el hambre.

3 Reducción del índice de mortalidad de los menores de cinco años.

Las intervenciones del Programa estaban coordinadas con las prioridades del gobierno de Guinea-Bissáu: acceso en aumento a servicios sociales e infraestructuras, énfasis en el acceso a una alimentación equilibrada para niños, mujeres y recién nacidos

4. RESULTADOS E IMPACTO

Los resultados clave del programa fueron:

  • La gestión de la malnutrición aguda se puso en práctica en 24 centros de rehabilitación nutricional y 94 centros de salud. El 100% de las comunidades beneficiarias formaron a los trabajadores sanitarios (816 de los 600 programados) en las tres regiones beneficiarias en la detección precoz y prevención del retraso en el crecimiento y otras formas de malnutrición.
  • Se crearon 167 huertos escolares en las comunidades beneficiarias (de los 150 que se planificaron originariamente) y el 90% de los escolares consumieron verduras en la escuela una vez al día.
  • El Ministerio de Sanidad mejoró su capacidad para hacer un seguimiento eficaz a las actividades nutricionales a nivel local, para proporcionar datos actualizados sobre las condiciones nutricionales en la zona del proyecto. Se puso en práctica una estrategia de comunicación y promoción para concienciar y aumentar la participación ciudadana en las prácticas y políticas relacionadas con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, entre las que se incluyeron asociaciones de alcance local, comunidades, autoridades regionales, profesores y ciudadanos.
  • La participación directa de niños y padres (en especial madres) en el cultivo de huertos escolares aumentó el conocimiento en horticultura entre los beneficiarios. Como resultado, creció el interés entre los grupos de mujeres por la utilización de las ayudas de la FAO para el cultivo de verduras para los niños en las escuelas.
  • La formación nutricional dio paso a cambios de comportamiento. UNICEF ayudó a los grupos de madres en los centros de salud en la orientación sobre la lactancia materna exclusiva, en la provisión de instrucciones sobre alimentos e higiene, en la detección de los primeros indicios de malnutrición y en la sugerencia de acercarse a los centros de salud en caso de malnutrición o embarazo.
  • Los índices de lactancia materna exclusiva aumentaron de manera significativa gracias al fomento de los grupos de mujeres y a los grupos de apoyo a la lactancia.
Cartel de una pirámide alimentaria (en portugués), creado por el programa

Cartel de una pirámide alimentaria (en portugués), creado por el programa


5. RETOS

En un principio, el programa se enfrentó a algunos problemas de coordinación entre las diferentes agencias de la ONU, que no estaban acostumbradas a un modelo de control e implementación conjunta.

Los problemas relacionados con sus homólogos nacionales se debieron a la poca participación del Ministerio de Educación a nivel central y a la poca participación de las autoridades regionales en el control de las actividades nutricionales y de seguridad alimentaria. La mejora de la calidad de la información en los centros de salud también requirió de algunos esfuerzos.

Asimismo, a pesar de los esfuerzos de divulgación, los indicadores relacionados con la nutrición no se incluyeron en el sistema nacional de salud. Se impidió, así, que el país dispusiera de datos sobre nutrición tratados, gestionados y procesados de modo sostenible e institucional.

Durante el periodo que siguió al golpe de estado, desde abril a agosto de 2012, las agencias se enfrentaron a importantes desafíos en la coordinación con sus homólogos gubernamentales, debido a la ausencia de interlocutores nacionales  legítimos. El golpe también supuso una recepción y requerimiento de los fondos tardíos y, como consecuencia, algunas agencias tuvieron limitaciones financieras. Esto supuso el retraso en la compra y la escasez de provisiones de alimentos complementarios desde enero a noviembre de 2012. Algunas de las agencias tuvieron que seguir con la puesta en marcha de las actividades con recursos internos, mientras esperaban los fondos. En julio de 2012, bajo la supervisión general del Coordinador Residente, el equipo del programa revisó su plan de actuación anual y sus estrategias, adaptándose para poder relanzar las actividades de puesta en marcha.

Hubo también un número limitado de socios ejecutivos en nutrición a nivel nacional y esto supuso un problema a la hora de entregar los resultados del programa.

Durante el periodo que siguió al golpe de estado, desde abril a agosto de 2012, las agencias se enfrentaron con importantes retos en la coordinación con sus homólogos gubernamentales debido a la falta de interlocutores nacionales legítimos

6. LECCIONES APRENDIDAS

  • La ayuda de los grupos de voluntarios que promovió las prácticas de lactancia materna exclusiva y la buena nutrición de los menores a nivel comunitario probó ser muy efectiva. Se identificaron a voluntarias en las aldea, basándose en criterios tales como la residencia (en la misma aldea), ser madre y la voluntad de participar en actividades de concienciación. Después de recibir formación de los profesionales sanitarios, los voluntarios identificaron a madres con problemas de lactancia. Estos mismos las aconsejaron sobre buenas prácticas y las derivaron a los centros de salud en caso de complicaciones. Cada año, el Gobierno de Guinea-Bissáu organiza el mes nacional de la lactancia materna exclusiva donde los voluntarios continúan con su labor.
  • La participación de los líderes de la comunidad, gente influyente y líderes religiosos puede contribuir de manera eficaz a combatir los tabús y otras prácticas que desvirtúan la lactancia y la correcta alimentación del menor.
  • Los huertos escolares también tuvieron mucho éxito en la promoción de la nutrición. Se crearon un total de 167 huertos escolares en comunidades con escuelas beneficiarias de los 150 que se planificaron en un principio. El volumen de producción alimenticia siguió aumentando y las asociaciones de mujeres de 71 comunidades replicaron los huertos escolares en sus hogares. Ochenta y tres huertos comunitarios produjeron eficazmente verdura y proporcionaron el 40% de la producción a consumo escolar. A nivel nacional, las comunidades siguieron aumentando la superficie de producción.
  • Aparte de los esfuerzos de las agencias participantes y los colaboradores nacionales, un factor determinante en la creación de los huertos escolares fue la participación activa de profesores y alumnos de las escuelas locales, así como de las asociaciones de mujeres a nivel comunitario.
  • El nombramiento por parte del Ministerio de Salud de puntos focales a nivel regional fue crucial para lograr un mejor desempeño en cuanto a niños examinados, tratados y registrados por malnutrición o desnutrición. Del mismo modo, la participación de los trabajadores sanitarios comunitarios también demostró ser altamente complementaria al trabajo realizado por el personal sanitario y aumentó del número de niños examinados y derivados a los centros de tratamiento.

7. SOSTENIBILIDAD Y POTENCIAL DE RÉPLICA

Se movilizaron fondos para asegurar que las actividades nutricionales continuaran implementándose después de que terminase el programa. La participación de las autoridades centrales, el personal técnico central y regional y las comunidades colaboraron en fortalecerla apropiación local y nacional y esto fue un buen presagio para las futuras intervenciones en el desarrollo de resultados del programa. La alineación y la integración de intervenciones nutricionales a nivel comunitario utilizando a trabajadores de salud comunitarios, entrenados para llevar a cabo intervenciones de alto impacto sobre reducción de la morbilidad y la mortalidad, también podría funcionar en esfuerzos nutricionales subsecuentes,

El alto nivel de implicación de los escolares, los profesores y los padres en las actividades de los huertos escolares, así como en el correcto mantenimiento de los primeros huertos copiados a nivel comunitario por las asociaciones de mujeres y la expansión general de superficies de huertos escolares, son señales claras de la sostenibilidad de los resultados del programa.

En el cierre del programa, se organizaron una serie de reuniones con el equipo de la implementación y con los responsables de las agencias participantes, en especial con UNICEF y el PMA, que destacaron su compromiso por continuar invirtiendo en nutrición y en la promoción de la seguridad alimentaria.

La promoción por parte del programa de un enfoque multisectorial sobre malnutrición infantil a nivel nacional y sus recomendaciones sobre herramientas e intervenciones para la sostenibilidad serán de gran valor para el Gobierno y los actores del desarrollo, así como para la sociedad civil, en sus esfuerzos por reducir la mortalidad infantil a través del abordaje de la malnutrición infantil.

Estudiantes de la Escuela Dandum, en la región de Boé Gab, donde 195 estudiantes, 4 profesores y 19 miembros de la comunidad estuvieron involucrados en el jardín escolar local

Estudiantes de la Escuela Dandum, en la región de Boé Gab, donde 195 estudiantes, 4 profesores y 19 miembros de la comunidad estuvieron involucrados en el jardín escolar local