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¿Quieres aprender más sobre los residuos de alimentos? ¿Qué puedes hacer para reducirlos?

Encontrará más información de nuestros socios en la FAO: http://www.fao.org/world-food-day/2016/climate-actions/es/

Compra solo lo que necesitas. Planea tus comidas, haz una lista de la compra y no te salgas de ella. Evita las compras impulsivas, no sólo generarás menos desperdicios, sino que además ahorrarás dinero.

Escoge fruta y verdura fea. No dudes en comprar frutas y verduras feas y usar comida que de otra manera terminarán siendo desechos. Las frutas y verduras con aspecto raro generalmente termina en la basura porque no cumplen unos estándares estéticos, pero de hecho, su sabor y propiedades son los mismos, si no mejores.

No te dejes engañar por las etiquetas. Existe una gran diferencia entre "mejor antes de" y "consumir antes de" en las fechas de las etiquetas de los alimentos. En ocasiones, la comida sigue siendo segura para el consumo después de la fecha "mejor antes de", mientras que la etiqueta "consumir antes de" indica que el producto deja de ser comestible pasada esa fecha. Comprueba antes de desechar tus alimentos.

Limita el plástico. Compra la mínima cantidad de productos envasados, lleva de casa tus propias bolsas cuando hagas la compra, y utiliza botellas de agua rellenables y termos de café.

Recicla papel, plástico, cristal y aluminio. Haciendo esto reducirás la cantidad de desechos que acaban en los vertederos.

Almacena la comida con cabeza. Cuando llenes tus alacenas y frigoríficos, sitúa al frente los productos más viejos y deja los nuevos al fondo. Una vez abiertos, usa envases herméticos para mantenerlos frescos en la nevera o cierra los paquetes para evitar que les entren insectos.

Ama tus sobras. Si has cocinado de más, ¡no tires las sobras! Congela una parte para otro día o transformalas en otro plato para el día siguiente. Si estás en un restaurante, sigue la regla de "menos es más". Pide media porción si crees que una entera puede ser muy grande y pide para llevar lo que sobre. De nuevo, estarás ahorrando comida y dinero.

Confecciona comida para plantas. Hay residuos alimenticios que son inevitables, así que ¿por qué no tener un cubo de compostage para pieles y cáscaras de fruta y verdura? Compostar restos de comida puede reducir el impacto del cambio climático mientras reciclas nutrientes y mejoras la salud de tu jardín.