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Abril 20, 2016
Pequeños Estados, gran impacto: El Fondo ODS lanza nuevos programas para jóvenes en las Islas del Pacífico



Paloma Durán, Directora del Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Naciones Unidas).

El reciente anuncio de la Asamblea General de la ONU sobre el nuevo marco para establecer asociaciones con los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo (PEID) marca el comienzo de una colaboración muy oportuna. Como parte de este nuevo acuerdo, el plan define la necesidad de monitorear y asegurar la total implementación de las promesas y compromisos anunciados durante la Conferencia PEID 2014 y de "promover nuevas, genuinas y duraderas asociaciones para el desarrollo sostenible". Conocido como la 'Ruta de Samoa', este nuevo y decidido plan de acción demanda mayor atención a las asociaciones y cuestiones transversales que mejoren la resilencia. El texto desglosa modalidades claras para la acción en un número de aspectos también relacionados con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

La muy necesaria atención y el reciente enfoque en los PEID son importantes en muchos aspectos. No sólo a causa de los retos de desarrollo en curso en estos estados, sino debido a que los retos a los que se enfrentan estos países reflejan la nueva agenda de desarrollo y representan un laboratorio de cómo resolver estos retos en otros lugares. Existe una necesidad clara de continuar aumentando la resiliencia, la capacidad y proporcionar asistencia técnica a través de mecanismos multilaterales y de cooperación Sur-Sur, especialmente en áreas tales como la creación de empleo y el empleo juvenil. Con jóvenes en estas regiones padeciendo un subempleo persistente y una formación profesional limitada, proporcionar trabajo viable y oportunidades para ser productivos continúa siendo un desafío político real. Encontrar formas atractivas para que los jóvenes se sumen de forma positiva a la cadena de valor es clave. Sabemos lo que hay que hacer y por ello el trabajo de verdad empieza ahora.

Desafíos en marcha

Los desafíos de PEID son multifacéticos, dada la confluencia del cambio climático y su situación única en el planeta. Considerada como la "primera línea del cambio climático", estas áreas representan más de 50 millones de personas cuyos medios de vida a menudo se ven amenazados por la subida del nivel del mar, las variaciones climáticas y los desastres naturales. Además, la erosión costera, la sequía y la escasez de recursos a menudo amenazan la seguridad alimentaria, el agua, la energía, la salud y otras áreas clave relacionadas con la pobreza. Un ejemplo es el reciente ciclón Winston, que supuso un duro recordatorio en cuanto a requerimientos de emergencia para responder a los desastres humanitarios, así como en recuperación y fortalecimiento de la resiliencia de forma más amplia.


Si bien la Ruta de Samoa ha reafirmado la necesidad de centrarse en la educación y la formación de grupos clave, como los jóvenes, el entorno favorable en muchas de estas regiones a menudo se ve obstaculizada tanto por la proximidad del mercado como por una infraestructura deficiente. En general, las "islas" se componen de 37 Estados Miembros, 52 países y territorios. La vulnerabilidad de las pequeñas islas al cambio climático es aún mayor por su gran dependencia de la pesca, las importaciones de alimentos y una extensiones limitadas de tierra para el cultivo. Como la mayoría de los PEID están relativamente aislados con poblaciones pequeñas y en crecimiento, la creación de empleo es aún menor. De acuerdo con un informe de la OIT y el PNUMA, prácticamente todos los Estados Insulares del Pacífico carecen de mano de obra cualificada y profesional. Además de las fuertes deficiencias en habilidades básicas de trabajo, las oportunidades limitadas en educación y gestión práctica a menudo pasan factura a los jóvenes, que se enfrentan a un entorno desfavorable en regiones que ya de por sí presentan dificultades para atraer inversiones e instituciones mundiales.

Además de la llamada "situación especial" en estas pequeñas islas está el hecho de que muchos de estos países también estén abordando el tema de la seguridad alimentaria, en tanto que la dependencia a las importaciones aumenta y los rendimientos agrícolas disminuyen. Ya sea debido a causas externas o meteorológicas, la resiliencia de los PEID necesita ser fortalecida. Dada su vulnerabilidad, hay una continua necesidad de fomentar la capacidad y promover estrategias de crecimiento alternativas y más inclusivas, especialmente en respuesta a industrias erosivas como la agricultura y la pesca. Esto, sin embargo, no puede hacerse sin los jóvenes. Para los gobiernos, esto puede significar ayudar a los jóvenes en busca de oportunidades económicas viables, y tal vez redefinir la percepción a menudo negativa de sectores como la agricultura, llevando la tecnología y la educación al campo.

Programas piloto incorporan juventud y cadenas de valor en los PEID

En pro de estos objetivos, el Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGF, por sus siglas en inglés) ha anunciado nuevos programas piloto en Fiyi, Vanuatu y Samoa para responder a los complejos retos del desarrollo de los pequeños Estados insulares en el Pacífico. Como parte de su mandato, el Fondo ODS, un mecanismo inter agencias y multi-donante de Naciones Unidas, ya está trabajando en 21 países para lanzar los programas piloto de desarrollo integrados en áreas clave, como la seguridad alimentaria y la nutrición, el crecimiento económico inclusivo y agua y saneamiento.

El Fondo apoya la cooperación entre organismos, en este caso, las agencias de la ONU que trabajan en estrecha colaboración con los gobiernos, el sector privado y las organizaciones de la administración pública para proporcionar respuestas más integradas en temas de desarrollo, tales como la generación de ingresos o un mejor acceso a los alimentos. En Fiyi y Vanuatu, donde las altas tasas de desempleo juvenil y la disminución de la producción de alimentos amenazan a una economía ya vulnerable, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) están trabajando para involucrar a los jóvenes en un programa de agricultura ecológica. Este proyecto piloto proporciona un enfoque de cadena de valor único, 'de la granja a la mesa', diseñado para generar empleo junto a socios nacionales y del sector privado en industrias clave como la agricultura y el turismo, que son fundamentales para la economía local, contribuyendo a más del 65% del PIB.

Así, la iniciativa del SDGF tiene como objetivo diversificar opciones de vida frente al cambio climático mediante la formación de los jóvenes en nuevas técnicas agrícolas y como productores certificados de frutas y verduras. Además de proporcionar a los jóvenes las habilidades que necesitan para iniciar y operar sus microempresas, el programa conjunto facilita vínculos los con el sector privado en un esfuerzo por satisfacer la demanda de los restaurantes, centros turísticos y otros mercados clave. Esta iniciativa también está colaborando con el Ministerio de la Juventud de Fiyi, para proporcionar formación a los jóvenes en las áreas de gestión agrícola básica y certificación de granja orgánica. En Samoa, donde más del 64% de la población tiene menos de 30 años de edad, programa piloto del Fondo ODS ofrece oportunidades de empleo para jóvenes a través del uso de datos en tiempo real y tecnología innovadora. El proyecto utiliza la tecnología SIG (sistemas de información geográfica) y tabletas de mano para realizar un seguimiento e identificar los cultivos necesarios para los mercados locales. Lo ideal sería que estas herramientas contribuyeran a mejorar la generación de ingresos de los pequeños agricultores y proporcionar mayores rendimientos agrícolas. El modelo combina la formación agrícola con el estudio de mercado para ayudar a los agricultores jóvenes aprenden nuevas técnicas y mejorar la producción con la esperanza de eliminar el "estigma" de la industria.

Con todo, estamos en un momento único para considerar las líneas de trabajo abiertas por el la Ruta de SAMOA y los desafíos y oportunidades en los PEID. Sin embargo, para convertir realmente estas regiones en instrumentos de cambio, se requerirá colaboración continua y nuevas ideas para apoyar no sólo a los jóvenes, sino a todas las personas en estas influyentes regiones.
  

Este artículo se publicó originalmente en inglés en IISD Report Services, el 19 de april de 2016