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Mayo 6, 2016
El papel que la arquitectura puede jugar en la agenda del desarrollo



Por Martha Thorne, directora ejecutiva de The Pritzker Architecture Prize, y Paloma Durán, directora del Fondo para los Objetivos de Deasrrollo Sostenible (SDGF)

Paul Goldberger escribe que los grandes edificios son aquellos que han ampliado nuestro sentido de la posibilidad humana. Dan forma a nuestra propia experiencia sobre quién somos y dónde estamos en el mundo. Los edificios no son sólo objetos inanimados; son oportunidades para el contacto humano y enmarcan nuestra comprensión del lugar, lo que les hace una parte viva de nuestro mundo.

Mientras empezamos a asumir los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDG), la arquitectura cobra revelvancia en la propagación y la aplicación de los objetivos dentro el escenario global. El acto de diseñar edificios en consonancia con los ODS asegura la creación de lugares más saludable y, por tanto, personas, comunidades y sociedades más sanas. Dada la inmensidad de los 17 objetivos adoptados el pasado año, esta nueva agenda no sólo requiere una estrecha colaboración entre los distintos actores, sino también formas prácticas para que los agentes de desarrollo menos tradicionales incorporen estos objetivos en sus actividades. ¿Por qué es importante esto?

Por un lado, la idea fundamental de una vida urbana sostenible es uno de los 17 objetivos. El Objetivo 11 reconoce el importante papel de las ciudades para hacer frente a los desafíos globales así como la necesidad de hacer que las ciudades y otros asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resistentes y sostenibles. Aunque ambicioso, este objetivo es sin duda oportuno, dada la necesidad de desarrollar las ciudades más resistentes y sostenibles, y responder a cuestiones tales como las importantes consecuencias de la urbanización en los fenómenos migratorios y la reducción de riesgos.

Los ODS en su conjunto reiteran la importancia de las ciudades, tanto en términos de vulnerabilidad como en sus oportunidades de crecimiento. La población del mundo se está urbanizando rápidamente y para 2050 se espera que la población urbana rebase en número a población rural, de acuerdo con un informe elaborado por ONU-Hábitat en 2015.


Los arquitectos pueden moldear directamente los resultados de un diseño para mejorar la calidad de vida general de una comunidad en cuanto a sostenibilidad, equidad social, salud y resiliencia.

Este cambio requiere que los políticos comiencen a tomar una mayor conciencia y se centren no sólo en la urbanización y la migración, sino en aquellos asuntos que se superponen, como el uso del suelo, el espacio de vida, las viviendas colectivas y los diseños que puedan llevarse a la práctica. Los problemas del cambio climático que se unen a una mayor urbanización también representan un conjunto único de desafíos relacionados con la salud, el acceso al agua y el saneamiento, y una mayor resiliencia.

Por tanto, ¿qué pueden hacer los arquitectos para resolver estos problemas y qué papel deben desempeñar?

Debido al rol fundamental del arquitecto en la concepción y diseño de las ciudades, estos pueden moldear directamente sus diseños para mejorar la calidad de vida general de una comunidad, en términos de sostenibilidad, equidad social, salud y resiliencia. Por ello, la comunidad arquitectónica puede re-imaginar y hacer frente a los problemas de forma integral, atendiendo las necesidades más acuciantes de la responsabilidad social colectiva.

Los arquitectos ejercen en todo el mundo y pueden ser los "embajadores" de los nuevos ODS a través de su labor diaria, así como transmitiendo sus conocimientos a través de prácticas en los mercados y las comunidades locales. Esto ya está ocurriendo en algunos casos, donde los arquitectos incorporan factores sociales y ambientales como elementos centrales de sus diseños.

Por ejemplo, veamos el trabajo del ganador Pritzker Glenn Murcutt, que ha trabajado ampliamente en cómo diseñar casas ambientalmente sensibles que respondan a su entorno y al cambio climático.

Siguiendo estas tendencias y con el objeto de catalizar esta nueva línea de pensamiento, el Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGF) y el Premio Pritzker de Arquitectura se han unido recientemente para fomentar un diálogo amplio que permita explorar el papel de la arquitectura en la sociedad contemporánea. Como abanderados del rol que la arquitectura y los nuevos actores pueden desempeñar en la construcción de ciudades más sostenibles y habitables, el Fondo SDG organizó un foro donde arquitectos de prestigio mundial debatieron algunos de las cuestiones más relevantes que enfrenta la arquitectura.

Es importante involucrar a la gente en los procesos de construcción a gran escala, en lugar de depender estrictamente de la acción del gobierno y el mercado de la vivienda

Uno de los participantes fue del chileno Alejandro Aravena, ganador del Premio Pritzker este año, que fue reconocido por su compromiso con la vivienda social, así como su excelencia en el diseño arquitectónico. Aravena y sus colaboradores han ideado proyectos con objetivos sociales claros a través de su estudio Elemental. La firma ha construido más de 2.500 viviendas que combinan soluciones arquitectónicas innovadoras, flexibles y directas para viviendas sociales de bajo coste. El equipo trabaja todos los aspectos relativos al complejo proceso de proporcionar soluciones de vivienda para los más necesitados, con una profunda comprensión de la importancia de la comunidad y sus residentes.

Aravena considera importante la participación de la gente en los procesos de construcción a gran escala, en lugar de depender estrictamente de la acción de gobierno y del mercado de la vivienda. También ha puesto a disposición pública todos los planos de proyectos de viviendas sociales de su empresa, por lo que cualquiera puede acceder a la web de Elemental y utilizarlos.

De cara al futuro, parece claro que sectores como la arquitectura proporcionan herramientas muy útiles para abordar mejor la complejidad de la urbanización y el delicado equilibrio que supone la gestión de las necesidades públicas y sociales ante el medio ambiente y el diseño. Como ejemplo, la obra del arquitecto japonés Shigeru Ban dedicada a la vivienda humanitaria y el diseño sostenible, cuyas innovadoras estructuras de bricolaje han sido fundamentales en la provisión de viviendas para refugiados y operaciones de socorro.

Mientras los elogios van y vienen, los edificios importantes son generalmente para siempre. Con este fin, las soluciones innovadoras y las perspectivas de diseño funcionales vinculadas a la arquitectura juegan un importante papel a la hora de pensar más allá de los parámetros tradicionales y de forma más integral con el medio ambiente.

En su discurso en las Naciones Unidas, Aravena dijo: "Es un error pensar que si el problema es grande, la solución también debe ser grande. Las soluciones al cambio climático, la gestión de residuos o la migración pueden ser abordados por diseños arquitectónicos específicos".

La suma de las iniciativas individuales actualmente en marcha, si se repite en todo el mundo, puede producir un mayor retorno de la inversión mediante la creación de comunidades urbanas más justas socialmente, sanas económicamente, resistentes y ambientalmente sostenibles.

  

Este artículo fue publicado originalmente por Devex Impact, el 5 de mayo de 2016. Léalo aquí