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Octubre 3, 2016
Un reto: los primeros 1.000 días de los niños bolivianos
Los primeros 1.000 días de una persona determinan su desarrollo, crecimiento y salud para el resto de su vida. En Bolivia, la desnutrición crónica en niños menores de cinco años es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta el país, afectando al 27% de los menores en dicha horquilla de edad. La situación se agrava en las zonas rurales, como sucede en Potosí, en donde el índice aumenta a 43,7%, o en la región del altiplano, con una desnutrición que alcanza el 73,5%. Los estudios realizados muestran que un nivel de educación de la madre bajo incrementa el riesgo de un incremento de niños anémicos.
Esta situación en Bolivia es, por tanto, un gran reto que afrontar, donde el Fondo ODS está implementando un Programa Conjunto centrado en la seguridad alimentaria en cuatro municipios de los departamentos de Cochabamba y Potosí. En ellos, se forma sobre hábitos alimenticios saludables a las personas que residen en estas áreas tan vulnerables y se trabaja para fortalecer los sistemas agroalimentarios sostenibles locales.
Todo este plan de acción es viable gracias a la colaboración existente –tanto local como externa– entre distintos actores. Este proyecto se realiza en conjunto con varias agencias (FAO, UNICEF y UNIDO) y el Gobierno de Bolivia. La involucración de agentes locales en los proyectos es de vital importancia para el cumplimiento de los objetivos marcados. En Bolivia, la Unidad de Alimentación y Nutrición del Ministerio de Salud trabaja en la implementación del Programa Multisectorial Desnutrición Cero (PMDC). También contribuye con el proyecto el Ministerio de Educación y el equipo de Alimentación Complementaria Escolar del Ministerio de Educación que tiene bajo su responsabilidad el desarrollo de la Educación Alimentaria Nutricional (EAN) en las escuelas.
(Continúa tras el vídeo)
El apoyo a las mujeres campesinas en la lucha contra la desnutrición infantil es una causa que ha movido a asociaciones y otros organismos a involucrarse en el proyecto. El reconocimiento de los derechos de las campesinas que desempeñan un papel esencial en la producción agrícola y en la alimentación ha impulsado a varios sindicatos a implicarse. La formación de las mujeres en la producción sostenible de hortalizas con el fin de mejorar su nutrición y la de sus hijos es una de las acciones llevadas a cabo en este proyecto.
Todos los planes que se llevan a cabo son evaluados, para comprobar que son viables y rentables en cada lugar en el que se implementan. El seguimiento de los resultados obtenidos o los problemas encontrados es clave para reforzar el enfoque y las acciones en torno a cada proyecto. Gracias a esta continua evaluación del trabajo realizado, se puede definir una estrategia eficaz en cada municipio y los siguientes pasos a seguir.
Gracias a los resultados obtenidos con este Programa Conjunto dedicado al Sistema Agroalimentario Sostenible, los municipios comienzan a tomar responsabilidades en todas las acciones y son parte de la toma de decisiones. Esto ayuda a fortalecer el enfoque del proyecto, contribuyendo a la mejora nutricional infantil así como el perfeccionamiento de la producción orgánica que se está realizando en el lugar, con una producción más armónica con el medio ambiente.
Este Programa Conjunto en el que participan agencias de Naciones Unidas y el Gobierno de Bolivia contribuyen a la sostenibilidad del desarrollo rural y al mejoramiento nutricional infantil. El programa aborda los objetivos 1 (Poner fin a la pobreza), 2 (Hambre Cero) y 3 (Buena Salud), tres de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles, acordados por todos los países del mundo para cumplir antes del 2030.
