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Noviembre 4, 2016
En Bangladesh, nuevas oportunidades flotan en el Río de la leche



Anowara vive en una prístina isla de Bangladesh, en una zona rural a 360km de la capital, Dhaka, rodeada por el Dudhkumar, conocido como el Río de la leche. Ha tenido que atravesar incontables aguas turbulentas, sobre todo durante el primer capítulo de su vida. Empobrecidos y sin tierras, su familia tuvo que vivir siempre en las propiedades de otros. La pobreza y el hambre pasaron factura desde muy pronto. Perdió a su madre a los siete años de edad, y dos años más tarde, también a su padre. Esto obligó a Anowara a mudarse a Dhaka para convertirse una niña trabajadora y poder mantenerse. Durante seis años trabajó como ayudante doméstica, hasta que un día perdió 100 takas (1,27 dólares) que le había dado su empleador. Anowara optó por huir a su aldea, Kutirchar, en el sub-distrito de Nageshwari, para escapar del castigo violento que le esperaba. En su huída, sola y temiendo por su vida, la adolescente de 15 años se bajó del autobús por error, en medio de la noche, aún a dos horas de distancia de Kutirchar. Aprovechando de la oscuridad y y la zona despoblada, ocurrió lo peor: tres desalmados la asaltaron.


A los dieciocho, Anowara se casó con un jornalero y dio luz a una niña dos años después. Los continuos abusos domésticos la llevaron a divorciarse de su marido y regresar a su aldea. Anowara y su bebé de ocho meses durmieron donde buenamente podían hasta que un vecino se apiadó de su situación y les dejó construir una choza en sus terrenos donde poder vivir. Anowara se empleó de jornalera o asistenta de hogar, pero  le resultaba difícil encontrar trabajo cada día y era habitual que ella y su hija no tuvieran nada que comer. Marginalizada, malnutrida y desorientada, Anowara perdió toda esperanza por llevar una vida digna con su hija.

"No puede explicar con palabras la miseria de Anowara", comenta Ahammad, su casero. "En muchas ocasionas me desperté en medio de la noche con el sonido de sus llantos y me las encontraba habrientas. Solía preparar algo de arroz para ellas".

No puedo explicar con palabras la miseria de Anowara. En muchas ocasiones me levantaba en medio de la noche con el sonido de sus llantos y me las encontraba hambrientas. Solía preparar algo de arroz para ellas

Si la experiencia de Anowara es dura de leer, imaginemos lo doloroso que debe haber sido vivirla. Si su historia resulta familiar, es porque da testimonio de los desafíos de desarrollo que aún están pendientes por resolver en Bangladesh.

Un día, en agosto de 2015, Anowara escuchó en el sonido de un megáfono un anuncio dirigido a las mujeres extremadamente pobres, como ella. Decía que las mujeres que fueran separadas, viudas, estuvieran abandonadas o tuvieran maridos incapacitados serían reclutadas a través de un proyecto llamado SWAPNO, asistido por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) e implementado por el gobierno de Bangladesh y liderado por el Fondo de Naciones Unidas para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Fondo ODS).

El Fortalecimiento de las Capacidades de las Mujeres para Aprovechar Nuevas Oportunidades Productivas (SWAPNO, por sus siglas en inglés) es un proyecto de transferencias sociales para mujeres rurales en condición de ultrapobreza que persigue la erradicación de la pobreza a través de oportunidades de empleo público, desarrollo del capital humano, empoderamiento, inclusión financiera, formación vocacional y empleo dirigido al mercado.

Anowara comenzó su empleo en el sector público ese mismo mes de agosto. Con el dinero que ahorró de su salario, compró tres cabras y 20 aves de corral. Ahora dispone de una cuenta bancaria donde parte de sus ingresos y recibirá el equivalente a 288 dólares con intereses después de un período de cuatro meses. Anowara tiene previsto comprar más animales y un lote de tierra con este dinero. Ahora tiene la posibilidad de ir a donde quiera, conoce sus derechos como ciudadana y sabe cómo acceder a los servicios del gobierno. "Cuando miro al río Dudhkumar, toda esa agua me parecen lágrimas. SWAPNO me ha ayudado a escapar de mi frustración y construir una vida digna para mi hija y para mí", dice Anowara. La joven madre también ha sugerido que las mujeres del programa reciban formación en comercio antes de comenzar sus actividades de negocio".

El programa SWAPNO ha dado trabajo en empleo público a un total de 2592 mujeres del distrito de Kurigram, así como formación en capacidades básicas de vida como derechos, salud y nutrición, cultura financiera y preparación para negocios. Estas actividades de formación y entrenamiento vocacional están actualmente en marcha. Dado su inmenso éxito, está previsto que el programa expanda sus operaciones de forma significativa por todo el país, con el objetivo de sacar de la pobreza a 65.000 mujeres ultra-pobres para 2019.

El proyecto también ha contribuido con la reparación de 3.000 carreteras rurales, presas, canales de riego, refugios ante riadas y demás infraestructuras esenciales para la regeneración de la economía local. 72 instituciones del gobierno local tienen ahora la capacidad para implementar proyectos similares a favor de los más pobres. Habiendo multiplicado por tres el promedio salarial de las mujeres beneficiarias del programa, los resultados del programa SWAPNO revelan que el 100% de las participantes dispone de una o más actividades de generación de ingresos tras 13 meses de intervención del proyecto. Para el Gobierno, SWAPNO se ha convertido en un modelo de selección de beneficiarios: las encuestas revelan que la ratio de selección de beneficiarios de SWAPNO alcanza el 96%, mientras que otros programas de protección social se quedan en el 65%.