Abril 12, 2016
Cómo hacer que las alianzas ONU-empresas funcionen: 3 claves

Puvan J. Selvanathan, Director de la Oficina del ITC ante Naciones Unidas, Nueva York

En el Centro de Comercio Internacional (ITC), la agencia conjunta de la Organización Mundial de Comercio y Naciones Unidas, nos centramos principalmente en las empresas y los exportadores, y en cómo el comercio puede contribuir al crecimiento económico inclusivo. En esta misma línea trabajamos actualmente con el Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (SDGF). Tenemos actividades de promoción de comercio en África, así como de productividad agrícola en pequeños estados insulares en desarrollo. Ya existe una relación entre el ITC y el SDGF en términos de ser capaz de aumentar, capitalizar y acelerar los proyectos que contribuyan de forma natural al logro de los ODS.

En relación a la mejora del trabajo entre la ONU y el sector privado, hay tres puntos que me gustaría destacar.

Uno: cómo seríamos capaces de trabajar mejor con el sector empresarial. Tenemos que adaptar las soluciones, y la ONU debe trabajar un poco en esto. No basta con que la ONU simplemente diga "aquí estamos". Tenemos que decir que entendemos la dinámica de los distintos actores, que estamos dispuestos a buscar la forma de configurar lo que típicamente serían programas públicos a gran escala de modo que constituyan un incentivo real para la participación de las empresas. El resultado de todo esto no es hacer que las empresas ganen más dinero. La idea es asegurar que a medida que las empresas hacen crecer la economía, también crece el pastel.

Segundo: negocio es transacción, transacción, transacción; del mismo modo que la propiedad va sobre ubicación, ubicación, ubicación. Para el sistema de la ONU, los costes de transacción son muy altos. Si quieres hacer algo con la ONU, requiere tiempo y también mucho esfuerzo y recursos. Los gobiernos tienen ministerios enteros dedicados a determinadas partes de la economía. Típicamente en una compañía, solo hay una persona a cargo que tiene que ocuparse de todos los aspectos relacionados con el gobierno. No es un trabajo fácil tratar de vender también la agenda de la ONU. Los costes de transacción deben observarse de forma muy cuidadosa.

También está el resultado trasaccional del negocio, que en términos de la ONU puede resultar muy bajo. Si el resultado transaccional de una empresa es la necesidad de crear beneficio, lamentablemente esto no sienta bien en la familia de la ONU. Tienes que mirar la agenda en su conjunto aquí y lamentablemente los marcos transaccionales que normalmente operan en las compañías son a muy corto plazo. ¿Cual es el resultado de mi inversión? ¿Cual es mi gasto de capital? ¿Cuál es mi estrategia de salida? Estas son cosas que necesariamente no sientan bien en el lenguaje de la ONU, pero debería haber un terreno neutral.

Este terreno neutral es el punto tres:  "conózcanse a sí mismos, hagan sólo lo que pueden hacer y hacer bien, no compitan entre ustedes". La ONU no está aquí para competir con el sector privado. No está aquí para establecer filiales; no está aquí para hacer todas esas cosas que el sector empresarial sabe hacer fantásticamente. Lo que la ONU realmente necesita es permitir al sector privado operar de una forma que se adecue a otros estados y agencias. Esto incluye a ONG, gobiernos y el mundo en general. Las empresas no pueden convertirse en gobiernos ni viceversa, y los Objetivos de Desarrollo Sostenible tampoco lo quieren así. En pocas palabras, Naciones Unidas y los estados miembros han comprendido que no pueden hacerlo todo por sí mismos. 

Debemos encontrar un espacio para que las empresas entren y hagan lo que es bueno para ellas, al mismo tiempo que para el resto de la gente. Necesitamos entender este imperativo común. No se trata de nosotros y de ellos, no se trata de que nosotros les dejemos trabajar con ellos o que ellos les dejen trabajar con nosotros. No hay otra opción aquí: tenemos que trabajar juntos. Naciones Unidas vista desde fuera es una sola cosa. Naciones Unidas desde dentro son 7.000 cosas, todas las diferentes agencias y los diferentes programas.

Hay mucha competición dentro de la ONU para trabajar con el sector privado. El sector privado debería poder aprovechar esto. El sector privado no debería tener miedo de preguntar a la ONU "¿Qué puedes aportarme para ayudarme a hacer lo que tengo que hacer?"

Este artículo es una versión editada de las observaciones realizadas por Puvan J. Selvanathan durante el lanzamiento del informe ‘Empresas y Naciones Unidas. Trabajando Juntos hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Un Marco para la Acción'