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Septiembre 26, 2017
"Alimento de aquí": Producción local y redes de protección social en Cuba



Marianela González / PMA, Santiago de Cuba (Cuba). - Los centros del Sistema de Atención a la Familia en Cuba son espacios donde espacios donde adultos mayores de bajos ingresos, con capacidades diferentes o sin apoyo familiar, acceden a una alimentación diversificada, saludable e inocua, subsidiada por el Gobierno.  Como Albio, de 81 años, y Elisa, de 73, en Santiago de Cuba cientos de ancianos se benefician de esta red de protección social, que tiene espacios en cada uno de los municipios de la Isla.

Como agencia especializada socia del programa conjunto del Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Cuba, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) distribuye entre los mayores arroz y frijoles para completar su dieta diaria, que especialistas en nutrición diseñan y controlan.  Pero el acompañamiento del PMA al Sistema de Atención a la Familia involucra también la gestión. ¿Cómo pueden estos programas ser más sustentables y eficientes? ¿Cómo puede mejorarse la calidad de la dieta de estas personas, con alimentos más seguros? ¿Qué buenas prácticas han implementado otros países? Junto al Gobierno cubano y sus instituciones, se construye un camino más corto y estable entre estas redes y la producción local de alimentos sanos.


Albio (81) y Elisa (78) son beneficiarios de uno de los centros de Atención a la Familia. / Mariana González (PMA)


¿De dónde son los cantantes?

Los Sistemas de Atención a la Familia no son las únicas redes de protección social basadas en alimentos en Cuba. Los círculos infantiles, las casas de abuelos, los hogares maternos y de ancianos son también espacios donde niñas, niños, adolescentes, embarazadas, madres, adultos mayores o personas con capacidades diferentes, acceden a una alimentación segura, independientemente de sus ingresos económicos.

Pero un desafío persiste en esos programas. Los alimentos que estas personas consumen suele llegar a las mesas sin que ellos, o quienes administran esas instituciones, participen necesariamente de la gestión.  

De dónde son los cantantes / Son de la loma, cantan en llano…”, es una canción muy popular en las zonas rurales de Cuba, que cuenta cómo la gente viene y va, constantemente, entre las ciudades y los campos. También viajan así los alimentos en Cuba.

La distancia que separa a productores y productoras locales, de quienes se benefician de las redes de protección social, no suele ser la más corta. Pero han empezado a reconocer que podría ser diferente. En el contexto de una de las sequías más intensas que se hayan registrado en el país, sobre todo en Santiago de Cuba, el PMA acompaña en esa ciudad una experiencia piloto del Fondo ODS, que explora los modos en que esas conexiones podrían producirse.

Los círculos infantiles o los hogares maternos y de ancianos son también espacios de protección social para los cubanos. / Marianela González (PMA)


“Alimento de aquí”

Niurka Delisle administra desde 1998 uno de los Sistemas de Atención a la Familia en la comunidad Abel Santamaría, una de las más vulnerables a la sequía en la provincia de Santiago de Cuba. Ella, como los 33 ancianos que allí reciben almuerzo y comida, siente los impactos negativos de la escasez de agua sobre la disponibilidad, diversidad y calidad de los alimentos.

“Este es un espacio para ofrecer el apoyo y la familia que muchas veces esos ancianos no tienen, pero se hace difícil poder darles la variedad de alimentos que necesitan. Y sobre todo, que sean productos frescos, porque el recorrido que esos vegetales o viandas hacen hasta llegar aquí, a veces toma toda una semana”, explica Niurka. “Ahora mismo, esa variedad la intentamos armar según lo que nos distribuyen, basados en una planificación provincial; pero el proyecto llegó para decirnos que puede ser de otra manera, que podemos lograr que los ancianos reciban alimento de aquí”

Niurka es una de las decenas personas que ya participan de talleres organizados por el PMA, con el Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Fondo ODS), el apoyo de Cooperación Española a través del Fondo ODS, y en conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y UNICEF.

Junto a otros gestores de redes de protección social en la comunidad (dos círculos infantiles, cinco escuelas y cinco sistemas de atención a la familia), ella ha contribuido a diagnosticar las vulnerabilidades de esos programas para demandar alimentos según las necesidades de sus beneficiarios. También, se ha sentado junto a productores y productoras a entender cómo sus producciones pueden ser más resistentes a la sequía, sostenibles y ajustadas a las demandas de los ancianos, niñas y niños de la comunidad.

“La sequía nos está azotando muy fuerte", explica Niurka. "Creo que los productores y las productoras tienen alternativas para cosechar de otras maneras, o pensar en productos que requieran menos agua. Si todos nos adaptamos, podemos tener buenos resultados”.

Niurka Delisle administra desde 1998 uno de los Sistemas de Atención a la Familia en la comunidad Abel Santamaría. / Marianela González (PMA)


Sumando la gota de la alimentación

“Suma tu gota” es el mensaje que líderes comunitarios, gestoras y gestores de las redes de protección social, productoras y productores de la comunidad Abel Santamaría han querido compartir desde el proyecto. Para quienes se involucran, se trata de visibilizar los roles y aportes de cada actor en una cadena de valor que empieza y termina en las redes de protección locales, como “demandantes” y “consumidoras” de productos también locales.

"A veces, las escuelas y los círculos infantiles tienen que cerrar al mediodía porque no hay agua para preparar el almuerzo”, cuenta Inalvys Bueno, productora de alimentos en una de las unidades productivas de la zona. Ella, quien ha trabajado durante años en huertos escolares, sufre los impactos de la sequía sobre sus cultivos y sus medios de vida, pero sobre todo, en los modos en que esa escasa producción afecta las personas más vulnerables. “Tenemos que encontrar una solución entre todos los que estamos aquí”, dice.

En las 1,59 hectáreas de tierra que componen su finca, Inalvys y otras mujeres productoras, han empezado a buscarla.

Inalvys Bueno, productora de alimentos y beneficiaria del programa del Fondo ODS en Cuba. / Fidel A. Rodríguez (PMA)


Niñas y niños de la zona, administradores y administradoras de las distintas redes de protección social, son ya frecuentes en la cooperativa, donde “reflexionamos sobre nuestra capacidad para dar respuesta a las demanda de las redes”, dice Librada Rodríguez, su presidenta. Para ella, esto no depende únicamente de incrementar el potencial productivo, sino de una comunicación efectiva y un mecanismo de conciliación.

De esos primeros ejercicios ha salido un plan de inversiones; un diseño para fortalecer las capacidades de las personas vinculadas al proyecto; y la idea de fortalecer en la comunidad un sistema de alerta y acciones tempranas que conecte la producción de alimentos con la vigilancia temprana de la sequía.

Un nuevo plan de inversiones fortalecerá los sistemas de alerta para la vigilancia de la producción de alimentos por la sequía. / Inés Medina (PMA)


En los próximos meses, se espera que unas 100 productoras y productores de alimentos reciban tecnología y capacitaciones para el uso eficiente del agua; e información oportuna sobre el estado de la sequía; y que alrededor de 1.000 personas beneficiarias de las redes de protección social locales cuenten con un suministro estable de alimentos según sus preferencias, y mejoren su seguridad alimentaria y nutricional en condiciones de sequía.

El proyecto “Suma tu gota” fortalece las capacidades de respuesta a la sequía y sus impactos a la seguridad alimentaria y nutricional y el suministro público de agua segura en el municipio de Santiago de Cuba. Propone la articulación entre el sistema de alerta temprana hidrometeorológico, el control, distribución y abastecimiento en condiciones de escasez, la creación de capacidades para el acceso a agua segura; y la continuidad de la producción de alimentos en condiciones de sequía, basado en el uso eficiente del agua.