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Marzo 2, 2018
Agencias de Naciones Unidas se unen para combatir la desnutrición crónica en San Marcos, Guatemala



El Sistema de Naciones Unidas (SNU) presentó los resultados de un trabajo en conjunto para promover la seguridad alimentaria y nutrición en cuatro municipios del departamento de San Marcos.  Este trabajo fue concebido como una contribución a los esfuerzos del país para la lucha contra la desnutrición crónica y fue implementado en un período de dos años. El “Programa Conjunto de Seguridad Alimentaria y Nutrición”,  abarcó 40 comunidades de los municipios de Tacaná, Esquipulas Palo Gordo, Tajumulco y San Lorenzo con la participación de 1,935 familias.

Cuatro agencias, fondos y programas de Naciones Unidas tuvieron a cargo la ejecución de este proyecto: Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Programa Mundial de Alimentos (PMA).  Además, se contó con el apoyo de ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la participación de la  Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN), Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutrición (SESAN), Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM), Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), Ministerio de Educación (MINEDUC) y gobiernos municipales.

Dentro de las acciones llevadas a cabo en conjunto está el fortalecimiento de los distritos municipales de salud con énfasis en la Ventana de los 1,000 días, para reducir la desnutrición crónica. Asimismo, se establecieron comités de vigilancia y planes de emergencia de desnutrición y riesgos de embarazo, parto y puerperio. Se formaron 300 Madres Consejeras en educación nutricional para mejorar la alimentación de las familias, especialmente la alimentación del lactante y la niñez menor de dos años para prevenir la desnutrición.  Se establecieron 27  proyectos para mejorar la disponibilidad y el acceso a alimentos y  21 para mejorar el consumo y aprovechamiento biológico de los alimentos.

En agricultura el programa no solo logró incrementar las capacidades y condiciones de seguridad alimentaria nutricional de las familias, sino además se logró diversificar la dieta y el incremento de la producción agrícola.  Ocho proyectos empresariales lograron generar 3.4 millones de quetzales y se incorporaron diez nuevas prácticas agrícolas (sistema milpa y patio-hogar). Garantizar la calidad del grano de maíz fue uno de los principales desafíos, por lo que se implementó el uso de la Caja Azul, un laboratorio portátil que permitió evaluar la calidad del maíz en el campo e identificar la presencia de aflatoxinas arriba de 20 partes por billón (ppb), umbral establecido por la norma sanitaria. Socios locales y participantes del Programa Conjunto fueron capacitados para la detección de las aflatoxinas y fumonicinas, toxinas generadas por hongos que causan problemas de salud como cáncer o retardo en el crecimiento en niñas y niños menores de cinco años. 

También se fortaleció a las Comisiones Municipales de Seguridad Alimentaria y Nutricional –COMUSAN- quienes desarrollaron actividades educativas participativas a nivel comunitario para mejorar los conocimientos y prácticas de alimentación infantil de las madres con niños y niñas pequeños, así como prácticas de higiene.

Durante el período de intervención del proyecto, se pudo evidenciar que se frenó el deterioro del estado nutricional de los niños y niñas menores de 2 años en las comunidades participantes.

 “Ese programa buscó empoderar a los actores locales a dirigir de una manera informada su propio  desarrollo.  Este esfuerzo interinstitucional nos ha demostrado que la lucha contra la desnutrición requiere acciones coordinadas que puedan empoderar a las comunidades y familias en sus capacidades y conocimientos sobre seguridad alimentaria y nutrición” indicó la Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas, Rebeca Arias Flores.

 “Yo soy madre consejera de mi comunidad. Puedo identificar niños con desnutrición y aconsejar a las madres a que los lleven al centro de salud y puedan ayudarlos.  También les enseño a las madres con niños mayores de seis meses a prepararles recetas que puedan combinar con la lactancia,” agregó Esmeralda Barrios de 46 años.

 El Programa Conjunto de Seguridad Alimentaria y Nutrición tuvo  una inversión de USD 3.5 millones y fue posible gracias al aporte de instituciones gubernamentales, al Gobierno de España y agencias del SNU, a través del Fondo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, administrado por Naciones Unidas.

 La presentación de resultados incluyó una feria, donde madres consejeras tuvieron la oportunidad de compartir sus experiencias y logros alcanzados como parte de su participación en este proyecto. Asimismo, participaron  productores agrícolas con una demostración de hortalizas, mini vegetales y otros productos.


  

Fuente: Organización Panamericana de la Salud (link)